Los siete sellos de Apocalipsis 6-8:1

El carácter profético de los siete sellos

Los capítulos 6 al 8:1 registran el segundo septenario (visión de siete): la visión de los siete sellos. Por supuesto, es bueno recordar que su Introducción está registrada en los capítulos 4 y 5 del Apocalipsis. En conjunto, desde Apocalipsis 4 hasta el 8:1, este segundo septenario se dividiría así:

​          A. Introducción: caps. 4 y 5
          B. Seis primeros sellos: cap. 6
          C. Paréntesis entre el sexto y séptimo sello: cap. 7
          D. Séptimo sello: cap. 8:1

Los capítulos 4 y 5, como ya hemos visto, registran la entronización de Cristo en el primer siglo; como tal, introducen la visión de los siete sellos. En el caso de los seis primeros sellos (cap. 6), hay una fuerte evidencia de que estos se han cumplido desde el primer siglo hasta el inicio del tiempo del fin. Por su parte, el paréntesis que registra el capítulo 7, contiene el sellamiento de los 144.000, profecía que aún no se ha cumplido. Finalmente, el séptimo sello tiene que ver con la tercera venida de Cristo (después del milenio). ¿Qué evidencias existen para sostener que la visión de los siete sellos se ha estado cumpliendo a lo largo de la historia? Por lo menos, sugerimos tres argumentos:

1. Apocalipsis 4:1, que introduce esta visión, registra que a Juan se le iba a mostrar las cosas “que sucederán después de estas”. Por supuesto, lo que se le iba a mostrar incluye los siete sellos; por tanto, esta visión tiene que ver con eventos posteriores al momento que Juan recibió la visión; esto es profecía.

2. Hay un paralelismo entre la visión de los siete sellos y las siete iglesias, sobre todo en su cumplimiento. Los elementos descritos en ambos septenarios nos permite concluir que el cumplimiento profético de las siete iglesias, es paralelo al cumplimiento profético de los siete sellos; y ojo, en Apocalíptica bíblica esto no es nuevo, ya se veía desde el libro de Daniel, donde el cumplimiento profético de la visión de las 4 bestias (cap. 7) es paralelo al cumplimiento profético de la visión de la estatua (cap. 2). Para sustentar mejor el paralelismo de los dos primeros septenarios, miremos la siguiente tabla. Solo consideraremos, como ejemplos, las cuatro primeras iglesias y los cuatro primeros sellos:

Como se ve en la tabla, existe un paralelismo en ambas visiones. Por ejemplo, la primera iglesia y el primer sello tienen como características la victoria y la pureza. La segunda iglesia y el segundo sello se relacionan mucho con la muerte. En la tercera iglesia y en el tercer sello, lo característico es la escasez de la Palabra, que produce contaminación. Y en la cuarta iglesia y cuarto sello, el elemento unificador es la persecución y la muerte. Con relación al cumplimiento también hay un paralelismo; por ejemplo, mientras la primera iglesia se cumplió en los años 31 al 100 d. C., el primer sello también (se ampliará en breve). La segunda iglesia y el segundo sello se cumplieron entre los años 100 y 313 d. C. La tercera iglesia y el cuarto sello se desarrollaron en los años 313 al 538 d. C. En el caso de la cuarta iglesia y cuarto sello, el lapso de tiempo es el mismo: 538 a 1517 d. C.; y así sucede con las iglesias y sellos quinto y sexto. Con estas consideraciones, podemos concluir que el cumplimiento de las siete iglesias y los siete sellos es el mismo. Siendo así, lo más recomendable es comprender el segundo septenario desde una perspectiva histórico-profética (la profecía se cumple a lo largo de la historia), desarrollándose desde la primera venida de Cristo hasta su segundo retorno, de manera ininterrumpida.

3. Un tercer argumento es el paralelismo entre el sermón profético de Cristo en Mateo 24 y los siete sellos. George Beasley-Murray afirma: “Ningún pasaje del Nuevo Testamento está más íntimamente relacionado a este elemento [los sellos] dentro del libro de Apocalipsis que el discurso escatológico de los Evangelios, Marcos 13 y los pasajes paralelos (Mt 24 y Lc 21)” (Revelation, 129). Por su parte, Evis Carballosa declara: “Los sucesos revelados en Apocalipsis 6 se corresponden con la profecía del sermón del Monte de los Olivos (Mt. 24:3-30)” (Apocalipsis, 143). Pero, ¿cuál sería el objetivo principal de dicho paralelismo? Demostrar que, en ambas visiones, el desarrollo histórico-profético es el mismo. Así como las profecías de Mateo 24 se cumplieron a lo largo de la historia y se siguen cumpliendo de manera ininterrumpida, lo mismo pasa con la profecía de los siete sellos. Hans LaRondelle indica: “Si los sellos desarrollan en forma adicional Mateo 24, entonces los sellos igualmente se extienden sobre los siglos del período de la era cristiana. Esta perspectiva histórica de los sellos expresa el flujo estructural del libro de Apocalipsis desde la época histórica hasta el juicio final” (Las profecías del fin, 128). Jon Paulien concluye: “Primero, los sellos son paralelos al Apocalipsis sinóptico como una descripción de toda la era cristiana, no solo el tiempo del fin. Segundo, este subraya lo que fue observado al principio al comparar Apocalipsis 6 con el capítulo 19. Así, los cuatro jinetes expresan la realidad de toda la era cristiana con énfasis sobre su inicio. El quinto y el sexto sellos tratan con eventos dirigidos al final de la era” (“The Seven Seals”, Symposium on Revelation, 6:225). ¿Qué elementos en Mateo 24 y Apocalipsis 6 nos permiten concluir que este paralelismo y cumplimiento histórico sí existen? Miremos la siguiente tabla:

​Observando con detenimiento la historia, todas las profecías descritas en esta tabla se han estado cumpliendo a lo largo de la historia y de manera ininterrumpida. Por ejemplo:

¿Cómo es que encontramos este panorama histórico desde el primer siglo hasta el XIX? Repetimos: gracias a las profecías de Mateo 24 y los siete sellos de Apocalipsis 6. Al encontrar el paralelismo, nos permite concluir que el cumplimiento de ambas profecías inicia en el primer siglo y, de manera ininterrumpida, va hasta la segunda venida de Jesucristo.

Objetivos de los siete sellos

Como es sabido, Juan tuvo en mente Zacarías 1:8-17 y 6:1-8 cuando escribió Apocalipsis 6. Las alusiones y ecos son evidentes. Por tanto, es muy importante “considerar el significado de los 4 caballos simbólicos de Zacarías, antes de interpretar los 4 jinetes apocalípticos” de los siete sellos (LaRondelle, 130).

¿Qué hicieron los cuatro caballos en Zacarías? Solo una cosa: inspeccionar. Ellos debían informar la situación del pueblo de Dios y de las naciones. Si en caso los israelitas estaban fallando, Dios les iba a extender su misericordia (v. 16) antes de emitir sus juicios de destrucción (v. 21). Mensajes de Salvación y juicio fueron revelados en esos días.
Teniendo a Zacarías como base, podemos reconocer los objetivos de la visión de los siete sellos: (1) revelar el mensaje de salvación (evangelio) por medio de su iglesia, y (2) anticipar ciertos juicios divinos contra aquellos que rechazan al Redentor. En palabras de LaRondelle, 131: “Cristo envía sus jinetes apocalípticos a la tierra, esta vez con una misión del nuevo pacto (Apoc. 6:2-8): a conquistar los corazones humanos para Cristo con el arco y las flechas del evangelio, y para llevar a la humanidad a la reflexión por medio de algunos juicios limitados como anticipaciones del castigo final de Dios por su rebelión contra Cristo”. Algo semejante escribió George E. Ladd: La visión de los siete sellos “describe las fuerzas que operan a lo largo de la historia por la cual serán llevados a cabo los propósitos redentores y judiciales de Dios” (Un comentario sobre el Apocalipsis de Juan, 85).**

Cumplimiento de los seis primeros sellos

Después de conocer aspectos básicos de este segundo septenario, ahora estudiaremos brevemente cada uno de los sellos y mencionaremos su respectivo cumplimiento.

Primer sello (v. 2)

El primer sello registra la presencia de un caballo blanco, y un jinete con un arco y una corona, listos para vencer. ¿Qué representa el color blanco? Mucho se asocia este color con Cristo, su victoria sobre el pecado y la pureza (1:14; 3:4, 5, 18; 7:9, 13; 14:14) ¿Qué simboliza un arco y una corona? A menudo, el “arco” y la “corona” simbolizan victoria o conquista (Hab. 3:9, 12, 13; Isa. 41:2; 49:2-3). Ver Ladd, 87-88; Osborne, Revelation, 303-308.
La pregunta es ¿A qué clase de victoria se refiere? Por supuesto, a la del evangelio. El primer sello registra un período de tiempo en que el evangelio se expandió y guió a cientos de miles de personas a Jesucristo. También, fue un periodo de pureza doctrinal. ¿A qué periodo nos referimos como cumplimiento de este sello? Sin lugar a dudas, al primer siglo de la era cristiana, desde el año 31 hasta el año 100 d. C. Durante ese tiempo, la iglesia, cumpliendo la misión, predicó el evangelio en gran manera. Se estima que alrededor de un millón cien mil personas fueron bautizadas. Realmente, fue un periodo de grandes victorias.

Segundo sello (vv. 3-4)

El segundo sello registra un caballo rojo con su jinete, a quien se le ordenó quitar la paz y que entre humanos se matasen. ¿A qué representa el color rojo? Teniendo en cuenta el versículo 4, simboliza la muerte o la persecución. ¿De qué manera aquel jinete puede quitar la paz en la tierra? Por ejemplo, ordenando la muerte de muchas personas.
¿Cómo y cuándo se cumplió este segundo sello? Cuando alrededor de 10 emperadores romanos, entre los años 100 y 313 d. C., mandaron encarcelar y asesinar a los cristianos, porque consideraban a Cristo como una amenaza para la religión romana.

Durante este periodo, por ejemplo, la iglesia recibió una terrible persecución por 10 años: la primera fue por Diocleciano (303-305) y la segunda fue por Galerio (306-311; a pesar que se retractó en 311, los romanos del oriente continuaron persiguiendo hasta el 313). Lo bueno fue cuando, en el año 313, Constantino (occidente) y Lisinio (oriente) firmaron el Edicto de Milán y terminaron con semejante persecución en todo el imperio romano. Penosamente, en esos 213 años, miles de cristianos murieron.

Tercer sello (vv. 5-6)

El tercer sello registra un caballo negro con su jinete, el cual tenía una balanza en la mano (v. 5). A este jinete se le dijo: “Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino” (v. 6).
¿A qué se refiere con “dos libras de trigo” y “seis libras de cebada”, ambas por un denario? Las dos expresiones connotan hambruna o escasez, ya que un denario era el pago de un día que los jornaleros percibían; a las justas les alcanzaba para sus propios alimentos, más no para su familia. Peor aún, su jornal solo les alcanzaba para comer un día, y solos; y lo más probable es que únicamente comían cebada, ya que era de bajo costo y menos nutritiva. Los ricos solían comer trigo; pero los pobres, en su gran mayoría, consumían solo cebada. “Una medida de trigo era comida suficiente para una persona por día, y las tres medidas de cebada a las justas alcanzaba a una familia pequeña” (Osborne, 307; ver también Mounce, 211-212). Por supuesto, esto sucedía cuando había escases; pero, cuando estaban en tiempos normales, con un denario una persona podía comprar doce a quince veces esa cantidad de comida (Ladd, 89).

¿Qué quiere decir la expresión “no dañes el aceite ni el vino”? Según Leon Morris, en el Antiguo Testamento, tanto el grano, el aceite como el vino eran considerados necesidades básicas del ser humano (Deu. 7:13; 11:14; 28:51; 2 Cró. 32:28; Neh. 5:11); y cuando “uno de ellos se daña y los otros no, entonces por lo menos hay una provisión parcial” (El Apocalipsis, 125). Ver también Ladd, 89-90. En este sentido, si bien es cierto en algunas ocasiones pudiera haber escases, la orden de no dañar el aceite y el vino revela provisión.

¿Cómo y cuándo se cumplió este tercer sello? En contraste con el primer sello, este representa la “hambruna” de la Palabra de Dios y de su evangelio de salvación; es una “hambruna espiritual” (LaRondelle, 133). Este tipo de hambruna se dio desde el año 313 hasta el 538 d. C. ―como cumplimiento del tercer sello―, cuando el cristianismo comenzó a unirse con el imperio romano. Se unió la iglesia con el estado. La Palabra de Dios fue rechazada, y reemplazada por enseñanzas y prácticas religiosas paganas. Solo un ejemplo: durante este período, Constantino, en el año 321 d. C., legalizó el reposo dominical.

Cuarto sello (vv. 7-8)

El cuarto sello registra a un caballo amarillo montado por un jinete, cuyo nombre era “Muerte”, y el Hades le seguía; y se le dio potestad de matar a la cuarta parte de la tierra, con espada, hambre y fieras (v. 8).
¿Por qué color “amarillo”? Porque es el color de un cadáver o de una persona muy enferma (Stefanoviç, Revelation, 240) ¿Qué se entiende por “cuarta parte de la tierra”? Al parecer, esta expresión es paralela a los “cuatro vientos” de Apocalipsis 7:1 y a los cuatro ángulos de la tierra (ibid.). ¿Qué entendemos por el nombre “Muerte”? A un período de persecución y asesinatos; una terrible opresión.
¿Cómo y cuándo se cumplió el cuarto sello? Este período describe una situación muy crítica, en que una iglesia apóstata (Católica) se convirtió en perseguidora de los hijos de Dios. Ella se encargó de asesinar, condenar, dejar de hambre y mandar a las fieras a todo aquel que contradecía sus herejías (por ejemplo, formó la Inquisición); penosamente, millones de personas murieron. En este período, hubo una apostasía generalizada, y un rechazo abierto al evangelio y la Palabra de Dios. ¿Quién gobernó durante estos años? El anticristo (poder papal). ¿A qué período nos referimos? Desde el año 538 hasta el año 1517 (durante la edad media).

Quinto sello (vv. 9-11)

Este sello describe bajo el altar, a las almas perseguidas y asesinadas por causa de Cristo y su Palabra. Ellos claman por justicia. Luego, se les pide que sigan descansando.
¿Quiénes son estas almas? Sin lugar a dudas, un alma representa un ser humano o ser vivo (compuesto holísticamente por cuerpo y espíritu; Gén. 2:7); por tanto, estas almas representan a los hijos de Dios que fueron perseguidos y asesinados. ¿Ellos están en el cielo ahora mismo, clamando por justicia? De ninguna manera, porque, así como la “sangre” de Abel clamó figurativamente “desde la tierra” (¡no desde el cielo!; ver Gén. 4:10), así claman estas almas en el cielo. No podemos entender dicho clamor literalmente, puesto que, bíblicamente, no hay vida después de la muerte (Ecl. 9:5-10).
Como señala Stafanoviç, 244, debemos tener cuidado a la hora de identificar el altar de Apocalipsis 6:9, ya que en el santuario terrenal hubo dos altares: uno de incienso y el otro de sacrificio. En el caso del altar de Apocalipsis, este no sería el de incienso porque se alude a la sangre de los sacrificios (6:10). Indudablemente, se refiere al altar de sacrificio; y es interesante que dicho altar representa al planeta tierra (donde Cristo fue sacrificado), no al cielo.

¿Cuándo se cumplió este sello? Al parecer, este clamor se aplica momentos antes y después de la Reforma protestante, desde el año 1517 hasta 1755 específicamente. En conclusión, este sello presenta, a través de elementos figurativos, a los mártires “clamando” desde la tierra; así como “clamó” la sangre de Abel cuando fue asesinado por Caín. ¿Y qué es lo que piden? Justicia divina. Ellos desean que Dios haga justicia, retribuyendo a cada uno según sus obras. La respuesta a este clamor se verá en las profecías del sexto sello, las siete trompetas y las siete plagas.

Sexto sello (vv. 12-17)

El sexto sello describe cuatro señales cósmicas: un gran terremoto, el oscurecimiento del sol, el enrojecimiento de la luna y la caída de estrellas (vv. 12-13). Como resultado, los moradores de la tierra deciden esconderse del Cordero (vv. 15-16).
¿A qué representan esas cuatro señales cósmicas? En primer lugar, como es sabido, estas señales son elementos de juicio (Eze. 38:19-23; Joel 2:30-31; Isa. 24:1-4). Como las almas del quinto sello clamaron por justicia, Dios les responde por medio del sexto sello. Él viene con poder y gran gloria, y aquellos que hayan perseguido a sus hijos serán condenados. ¿Cuándo se cumplirá totalmente esta profecía (de las señales cósmicas)? Momentos antes de la segunda venida de Cristo.
En segundo lugar, estas cuatro señales tuvieron un cumplimiento parcial entre los años 1755 y 1833. Por ejemplo: en 1755, ocurrió el terremoto en Lisboa; en 1780, en Nueva York y Nueva Inglaterra, tuvo lugar el día oscuro; y en 1833, hubo una caída de meteoritos sobre el océano Atlántico.

Siendo un cumplimiento parcial lo de 1755, 1780 y 1833, ¿quiere decir que estas señales volverán a suceder? Sí, y ya no serán locales, sino universales; y ocurrirán antes de la venida de Cristo y de las siete plagas; esto se evidencia en Joel 2:31; Mateo 24:30 y Apocalipsis 6:14-15.

Pero ojo, el sexto sello no solo registra estas señales cósmicas, también registra la segunda venida de Cristo. En el versículo 16, los impíos piden que los “montes” caigan sobre ellos y los escondan del Cordero sentado sobre su trono. Evidentemente, es en este sello que se da el segundo advenimiento del Señor Jesús.

Séptimo sello (8:1)

El séptimo sello registra un silencio en el cielo “como por media hora”. ¿A qué clase de “silencio” se refiere? ¿Cómo entender la expresión “como por media hora”? ¿Cuál es el cumplimiento de este sello?

¿A qué clase de “silencio” se refiere este sello? Como el contexto inmediato de Apocalipsis 8:1 son los capítulos 6:17 y 7:1-3, y ambos textos hablan sobre la ira divina, este “silencio” está asociado con el juicio divino; específicamente, un juicio condenatorio. Esta relación ―de “juicio” y “silencio” ― es común en el AT y en la literatura judaica. Véase, por ejemplo, Isaías 47:5; Amós 8:3; Zacarías 2:13; Habacuc 2:20; 4 Esdras 7:30; 6:39.*** Por lo tanto, el “silencio” que registra Apocalipsis 8:1 tiene que ver con la expectación ante un juicio inminente y condenatorio. En dicho momento, los seres presentes callarán.

¿Qué se entiende por “como por media hora”? En primer lugar, al registrar la palabra “como”, ya el autor nos está diciendo que la “media hora” no viene a ser un tiempo exacto. El texto no dice que fue exactamente “media hora”, sino “como” por media hora, un tiempo aproximado, indefinido. En segundo lugar, la palabra “como” en el libro de Apocalipsis, suele usarse para presentar una figura o un símbolo. Si vemos la palabra “como”, es porque lo que se viene es algo simbólico (p. ej. Ap 1:13 16; 4:3, 6, 7; 9:7; 8:8; 13:2 3; 14:14). Esto ayuda a rechazar la literalidad de esta media hora. En tercer lugar, recordemos que la Biblia sustenta el principio de “día por año”, no de “media hora” por “semana” o algún otro múltiplo; peor aún si aparece la palabra “como”. Es más, las profecías de tiempo de Daniel y Apocalipsis son exactas y guardan relación entre sí. Los 1290 se conectan con los 1335. Los 1260 están relacionadas con los 1290. Las 70 semanas están ligadas con los 2300 días. ¡Las profecías de tiempo de Daniel y Apocalipsis tienen su cumplimiento durante los 2300 años de Daniel 8:14! En el caso de “como por media hora” no tiene los suficientes elementos como para que se le denomine “profecía de tiempo”. Por lo tanto, no es recomendable fijar un tiempo determinado como cumplimiento para la media hora de Apocalipsis 8:1. La expresión “como por media hora”, simplemente, representa un breve tiempo.

Finalmente ¿cuál es el cumplimiento del séptimo sello? Como es en el sexto sello que se da la segunda venida; entonces, el séptimo sello tendrá su cumplimiento después de dicho evento. ¿Cuándo? Como el tipo de “silencio” que registra Apocalipsis 8:1 tiene que ver con un juicio punitivo; lo más recomendable, entonces, es ver el cumplimiento de este silencio momentos antes del juicio final. Dicho de otro modo, los seres celestiales (incluyendo los santos) y los impíos en la tierra, primero, estarán en silencio por el juicio final que Satanás, los demonios y los humanos perversos recibirán.

Reflexión:
  1. Dios tiene el control de todo. Somos llamados a confiar en su Justicia y Misericordia. Bajo su dirección, todo saldrá bien.
  2. Por más que seamos perseguidos, somos llamados a la victoria. Debemos continuar predicando el evangelio, para que muchos conozcan la Palabra de Dios y su plan de salvación.
  3. Siempre debemos atesorar las profecías apocalípticas, porque estas son divinas y siempre tienen cumplimiento.
  4. ¿Deseas confiar en el Señor y en su Palabra? ¿Decides cumplir la misión hasta cuando Cristo venga?

Referencias:
*Aquellos no adventistas que sostienen esta idea, son los dispensacionalistas (del futurismo).
**A pesar que Ladd utiliza la palabra “historia”, no propone fecha ni resalta evento histórico alguno.​
***Para un mayor estudio, ver Maicol Cortés, “Elena de White y la “media hora de silencio en el cielo”: Un estudio exegético”, Kerygma 14/2 (2019): 10-11.