Vivir juntos sin haber formalizado un contrato matrimonial puede parecer práctico, especialmente cuando hay un mutuo compromiso de casarse en un futuro. Sin embargo, hay un gran número de desventajas que necesitan considerar. Obviamente debes preguntarle a tu novia qué es lo que ella siente con respecto a esta idea. La mayoría de las mujeres miran la convivencia con cierta aprensión y la ven como transitoria, inestable e insegura. Con mucha razón, ellas prefieren la seguridad del matrimonio desde el primer día. Los estudios comparativos entre mujeres que conviven con sus novios y mujeres casadas, muestran que las primeras sufren de mayor insatisfacción y depresión.
Varios estudios revelan una mayor incidencia de violencia doméstica hacia mujeres y niños cuando no existe un casamiento legal. Mas aún, cuando se formaliza el matrimonio, las parejas que convivieron en la etapa de noviazgo experimentan niveles más bajos de satisfacción durante los primeros años de matrimonio que aquellas que se casaron sin convivencia previa. Esto se demostró por primera vez en un estudio pionero realizado en la década del 80 en Canadá y conducido por Robert Watson. En investigaciones similares realizadas en otras partes y con posterioridad, se encontraron resultados consistentes. Quizás el investigador más activo en esta área es David Olsen de la Universidad de Minnesota, quien estudió a más de 20 mil parejas comprometidas y casadas. Se demostró consistentemente que las parejas que han vivido en forma separada antes del matrimonio tienen el nivel más alto de satisfacción en el matrimonio. Por el contrario, las que conviven antes de casarse mostraron el nivel más bajo. Un matrimonio comprometido y legal, en oposición a la convivencia, tiene varias ventajas. Aquí hay algunas:
Si tú y tu novia son cristianos respetuosos de la Biblia, deberían tomar en consideración la alta visión que Dios ha tenido acerca de la unión matrimonial desde el mismo comienzo. Jesús mismo realizó su primer milagro en Caná celebrando y dando su sello de aprobación en un casamiento. A pesar del aparente beneficio de la convivencia, esto es en realidad un pobre sustituto del vínculo matrimonial legal entre un hombre y una mujer que se aman verdaderamente y que permanecen castos hasta proferir sus votos ante Dios y en presencia de familiares y amigos. Jamás se arrepentirán. Fuente: Diálogo 19/1 (2007): 34. |
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